He estado un tiempo poco operativo y me doy cuenta de que se me acumulan los temas: Los Obispos y sus cositas, los ordenadores en extremadura y las suyas, el PP y la Garzón-manía, en fin, lo de siempre.
Con relación a los Obispos, mi comentario sería, parafraseando a Mafalda, "lo malo de tener puestos los oídos todo el día es que hay que oir tonterías como esas".
Hace meses leí en El País que los que más estaban haciendo ahora por la sustitución de los combustibles fósiles (petróleo) por otras fuentes más respetuosas con el medio ambiente eran, precisamente, Putin, Ahmadineyad y Chaves, al intentar controlar de forma salvaje el mercado. Pues eso se puede aplicar actualmente a la conferencia episcopal (las minúsculas son intencionadas): ¡Hay que ver lo que están haciendo por la separación de la Iglesia y el Estado con sólo abrir la boca!
Menos mal que viene el Papa a África y lo arregla todo diciendo que el preservativo no es la solución al Sida sino una parte del problema, que la solución pasa por la feliz idea de fomentar "la humanización de la sexualidad, una renovación espiritual, que comporta una nueva forma de conducta de unos con otros".
Eso, querida mujer oprimida, anulada, estrujada y martirizada del Africa profunda: cuando venga tu marido (ese que te arrastró con 10 años y te llevó a su casa) borracho con ganas de jaleo, tú, humaniza tu sexualidad, renuevate espiritualmente y proponle una nueva forma de conducta... Pero por si acaso, ponle el preservativo, a ver si retrasas un poco más tu contagio seguro...
No, si es que Mafalda tiene más razón que un santo (las minúsculas son intencionadas).
Con relación a los ordenadores extremeños y su nueva reutilización, no puedo escribir nada que no sea malsonante, por lo que ...paso. Sólo decir que han conseguido que deje de utilizarlos en clase. Para este cambio, prefería el sistema antiguo. Eso sí, antes podía dirigir mis quejas a muchos frentes, pero ahora, sólo puedo acordarme de Redrejo y sus chapuzas.
Y con el PP y Garzón, aunque el tema ya está un poco pasado, mi más sincero reconocimiento al Juez por su labor judicial y recomendar el libro que escribió hace ya tiempo: Un mundo sin miedo. Se puede uno equivocar, pero la buena intención de uno destaca claramente frente al juego sucio que practican los otros.
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