miércoles, 12 de noviembre de 2008

Los ordenadores en las aulas (II)

Además de lo dicho anteriormente, se critica enormemente que los teclados y los ratones estén estropeados.

Pues bien, es una pena que se los carguen. Merecerían que no tuvieran nada para así poder apreciar lo que tienen, son unos insolidarios, etc, etc, etc. Bueno, vale, pero no se puede generalizar.

En primer lugar, no he escuchado a nadie que diga que hay que quitar la calefacción en las aulas porque todos los años hay que gastarse un dinero en reparar y purgar los radiadores de las aulas (siempre hay algún gracioso que se sienta en ellos y acaba descolgándolos, con el consiguiente riesgo de quemaduras, siempre hay un gracioso que abre la válvula de agua para que se moje la clase, ...). Igualmente, no se deja de impartir clases de música porque algún gracioso estropee el piano de aporrearlo en un descuido del profesor (es más, es claro que se debe intentar que el alumno utilice los instrumentos lo más posible, aún a riesgo de que alguno los rompa). No porque los alumnos tengan la costumbre de escribir en la mesa (incluso con tippex) se debe escribir en el suelo, ni ante la costumbre de algunos de estropear los libros, se debe esconder la biblioteca. No, lo que hay que hacer es acercarla a ellos, y si es posible, intentar conseguir que deje de ser un elemento extraño y se transforme en algo cotidiano. Y eso sólo se puede conseguir abriendo las puertas de la biblioteca de par en par (si me apuras, el que un alumno robe para su uso personal un libro de la biblioteca, últimamente y como están las cosas, vamos a tener que acabar premiándolo).


Con los ordenadores pienso que ocurre lo mismo. No se puede realizar un gasto tan grande si hay unas carencias básicas en otras cosas, pero hay que reconocer que desde que pusieron los ordenadores, no hemos sufrido un recorte significativo de los medios en comparación con lo que había antes de que lo pusieran. Es más, yo no he visto más horas de apoyos y desdobles que en los últimos años. Además, se han puesto en marcha programas de intercambio, de formación de profesorado en idiomas. de secciones bilingües. Por supuesto que son pocos y que la ratio sigue siendo alta, pero eso ya pasaba antes de los ordenadores.

Además, y ya como experto en TIC y en gestión de personal, si antes de realizar la inmersión técnica me hubieran preguntado (que sí, que ya sé que no soy nadie, pero soy libre de opinar), yo hubiera exigido, como mínimo para que el profesorado se incorporara a las TIC, unos cinco años de prácticas con los ordenadores antes de empezar a recoger algunos resultados. Y eso no se iba a conseguir convenciendo a los profesores para que se compraran un ordenador y se fueran preparando para una futura incorporación de los PC's en el aula de forma general (¡vamos, ni por asomo!, aunque le regalaras el ordenador).

Es más, ha sido con los ordenadores ya puestos, con el papelón de tener que dar clases con esos aparatos recordándonos continuamente que eso es lo que más va a motivar a nuestros alumnos de ahora, y aún así, hay una mayoría de profesores que se niegan a usarlo, ¡como para esperar que el cambio se produjera sólo!

Y ya por último, una reflexión: Todavía, a la mayoría de nuestros alumnos les motiva dar clases de forma distinta con un PC, pero esto no va a durar mucho tiempo. En cuatro o cinco años, los alumnos sólo tendrán ojos para esas consolas de juegos portátiles que reproducen vídeo, se conectan a internet y permiten chatear con el de dos clases más allá (y más funcionalidades que saldrán). Ya nos podemos ir preparando...

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